Dice Donald Trump que vamos a Marte. Y si hay que ir, se va. No es nuevo, llevamos más de cincuenta años yendo y en algún caso volviendo de Marte y ocupando cargos políticos. Y muy posiblemente una colonia de seres inteligentes acabe habitando el rojo planeta hermano. Pero no seremos nosotros, pobres humanos. Serán robots.